jueves, 16 de octubre de 2008

Que mierda pasa?


Las etapas pasan, la gente pasa... las experiencias nuevas de repente pasan a ser viejas, y ninguna de nuestras certezas dura mucho tiempo.
Supongo que de eso se trataba la adolescencia ya mucho antes de que existieramos.
¿Se dieron cuenta de lo poco que pueden durar las cosas que nos hacen feliz? Termina estando en nosotros el hacerlo más o menos duradero, porque todo aquello queda en nuestra memoria, y cualquier momento de reflexión en lugares que poco tienen que ver con la felicidad dentro de nuestro sentido común, pueden traernos consigo un recuerdo que nos dibuje una sonrisa en la cara.
¡Cuantas veces me vi riendome sola como una pelotuda en una parada de colectivo! O sentada en el baño del shopping... Acostada en mi cama antes de dormir...
Y si hay algo interesante en esta vida, es la diversidad de personas con las que nos vamos encontrando. Diferentes opiniones, puntos de vista, diferentes valores, diferentes humores, temperamentos, personalidades... Horas enteras de discusion que terminan llegando a ningún lado, porque a todos nos gusta creer que tenemos la razon en lo que decimos pensar, y queremos ser originales e innovadores con alguna idea. Y me encantan esas discusiones, me encanta conocer gente que piensa distinto a mi, me encanta conocer gente rara, me encanta criticar... porque con todo eso, nos vamos descubriendo a nosotros mismos.
Complicados los adolescentes, ¿no?
Naaa, es que somos tan simples que nadie nos entiende...
Y las cosas pasan porque asi debe ser, pero esta en nosotros hacerlas durar para no endurecer con el paso del tiempo. Porque lo mas valioso y lindo que podemos encontrar esta dentro nuestro, y si lo dejamos brillar, nada de lo que está podrido afuera puede marchitarnos.

Delirarla es gratis.

1 comentario:

Anónimo dijo...

En definitiva, cuando dejás de cuestionar, de mirar con ojo crítico lo que sucede a tu alrededor, cuando aceptas todo aquello que llega a vos sin elegir, si ya no te emocionas, si te pasás todo el día tirada en un sillón mirando la tele o conectada al MSN, si ya no te interesa mirar detrás de cualquier cosa que te muestren, si no podés abrazar de verdad a alguien... Entonces estás muerta, sin importar la edad que tengas.